El escritor del libro dedicado al recorrido artístico y vital de Palo Pandolfo dialogó en ¨Con quién hay que hablar¨ y valoró el espíritu federal y popular del rockero, que ¨cuando vio que podía llevar la comida a la mesa de su casa con la música, no paró de subirse solito al auto y viajar para tocar en todo el país¨.
Sobre su relación con Palo, recordó que “fui fan, amigo, compartió espacios trabajando juntos en proyectos como esta misma bibliografía, en la que hay una analogía entre su forma de trabajo y el libro. Soy similar a él en que me exito por todo y trabajo mucho. Este año escribí siete libros”.
Consultado por la dimensión de Palo Pandolfo en el rock nacional, reflexionó que “nunca buscó ser masivo, le gustaba lo humano, estar cerca, tocar en lugares chicos de cualquier pueblo”.
Por último, el autor y amigo de Palo reflexionó que “tenemos la tendencia de exigirle a los artistas. A Palo le exigían discos exitosos después del primero de Don Cornelio y la Zona. Se le exigía que sea mainstream, masivo, pero él nunca buscó eso. Un día me dijo que tenía una revelación, que no iba a ser masivo, iba a ser un artista de culto, ya está, que no se hablara más. Él se sentía muy cómodo en el ambiente under, porque tenía contacto con la gente y la libertad de hacer lo que quería. A veces no tenía lista de temas, se dejaba llevar por el momento. Básicamente era un músico, un poeta, un artista experimental. Eligió no ser masivo, no quería ser una estrella de rock, sus metas tenían que ver con otros valores, más humanos, de conexión, transmitir emociones con sus canciones, sus poesías”.
Sobre su relación con Palo, recordó que “fui fan, amigo, compartió espacios trabajando juntos en proyectos como esta misma bibliografía, en la que hay una analogía entre su forma de trabajo y el libro. Soy similar a él en que me exito por todo y trabajo mucho. Este año escribí siete libros”.
Consultado por la dimensión de Palo Pandolfo en el rock nacional, reflexionó que “nunca buscó ser masivo, le gustaba lo humano, estar cerca, tocar en lugares chicos de cualquier pueblo”.
Por último, el autor y amigo de Palo reflexionó que “tenemos la tendencia de exigirle a los artistas. A Palo le exigían discos exitosos después del primero de Don Cornelio y la Zona. Se le exigía que sea mainstream, masivo, pero él nunca buscó eso. Un día me dijo que tenía una revelación, que no iba a ser masivo, iba a ser un artista de culto, ya está, que no se hablara más. Él se sentía muy cómodo en el ambiente under, porque tenía contacto con la gente y la libertad de hacer lo que quería. A veces no tenía lista de temas, se dejaba llevar por el momento. Básicamente era un músico, un poeta, un artista experimental. Eligió no ser masivo, no quería ser una estrella de rock, sus metas tenían que ver con otros valores, más humanos, de conexión, transmitir emociones con sus canciones, sus poesías”.