Sylvia Colombo, corresponsal de Folha de São Paulo para América Latina habló con Mañana es Mejor por Radio Provincia sobre el trabajo del colega Dom Phillips. "Era un periodista británico que vino al Brasil para terminar un libro de música. Él quería tener un año sabático, además de trabajos freelance. Pero terminó enamorado del país, hizo buenos amigos. Tenía mucha curiosidad, empezó a trabajar sobre el cambio climático y ahí su interés por preservar el Amazonas se volvió una obsesión", expresó.
Colombo también dijo que Phillips "sabía que existía esta gama de mafiosos y que estaban los indígenas, pero no conocía bien a esos actores. Se interesó mucho en los matices, en las personas que trabajaban para los mafiosos. Él quería hacer un libro más plural y proponer soluciones".
También contó que el Amazonas "se puso en el centro de la agenda porque este lugar es muy conflictivo, protegido. Hay 16 aldeas que no tienen contacto con seres humanos de afuera y otras 10 aldeas que sí lo tienen. Así que ninguna persona que no sea autorizada por los indígenas puede entrar ahí. Bolsonaro abrió el Amazonas, dejó de proteger las tierras para los negocios, aunque iba en contra de la ley. Él decía que el Amazonas es de todos".
"En esta zona hay cárteles trabajando. Hay mafias que cortan maderas para exportar, además de la pesca y la minería ilegal. Esas mafias están interconectadas, se supo que los narcos usan la carcasa del Pirarucú para meter droga adentro. Hay investigaciones para saber quiénes son, pero las muertes de "Dom y Bruno no son las primeras que ocurren ahí. Siempre encuentran a los que ejecutaron pero nunca a quienes mataron", deslizó.
En la misma línea, la periodista comentó que "hay mucha gente que vive y trabaja en la zona del Amazonas y no tiene otra opción que acercarse a las mafias porque no tienen otro trabajo. Faltan políticas públicas para que la gente tenga trabajo legal. En cuanto a la demarcación de las tierras, Bolsonaro tiene una posición muy fuerte y solo los indígenas pueden decidir qué hacer con ellas. El gobierno de Lula Da Silva ha respetado esto. Bolsonaro sacó la demarcación que protegía esas tierras y los indígenas están muy enojados por ello. Las mafias no tienen límites, matan a los indígenas para sacar sus riquezas".