Gustavo Marangoni, politólogo consideró que Silvina Batakis “es una intelectual muy trabajadora, y una persona honesta que cree en el corazón de las ideas que caracteriza al kirchnerismo económico”.
Y aseguró que “con su designación el gobierno de Alberto Ferández gana en homogeneidad pero pierde en diversidad”.
En No Corras, por FM 97 UNE, el también docente universitario agregó “creo que el Gobierno Nacional ha ganado en coherencia interna. Ahora ya no va haber estrés entre el palacio de Hacienda y el principal accionista electoral del Frente de Todos” y agregó que lo que queda por ver es “la respuesta del mercado no tanto hacia la persona; sino a las formas en que se fueron dando los acontecimientos”.
Por otra parte, el ex presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, describió que cuando asuma la flamante ministra se va a encontrar con “una cancha muy inclinada” porque hay “inestabilidad en el mercado financiero y de precios” y por ello insistió que “el dólar y bajar la inflación deben estar en el centro de las preocupaciones”.
Sin embargo advirtió que el gobierno no sólo cuenta con “escasas herramientas” sino que tampoco tiene “un plan de shock para tratar estos temas de manera inmedita” y también se refirió al acuerdo con el FMI.
“El acuerdo fue el gran elemento disruptivo en el Frente de Todos porque entre otras cosas renunció Máximo Kirchner como presidente del Bloque. Y se tuvo que aprobar con el concurso de Juntos or el Cambio” recordó el analista y agregó que es posible que “la nueva gestión económica, se proponga revisar las metas que se propuso el anterior representante del área”.
Y, aseguró que hay que analizar “qué es lo que querés revisar y en qué escala. Actualmente, Argentina tiene metas que parecen muy difíciles de cumplir como por ejemplo, el 2.5 % del déficit fiscal para este año o que sólo se pueda financiar, con emisión, el equivalente al 1 % del PBI”.
Seguido, Marangoni reflexionó: “Si vos querés correr el arco habrá que definir hasta dónde y no sólo con los negociadores del FMI sino también teneindo en cuenta lo que el mercado está dispuesto a aceptar”.
Y concluyó: “Acá lo importante es parar la hemorragia. Y parar la hemorragia es parar la corrida cambiaria”.