El diputado nacional del Frente de Todos, Daniel Arroyo analizó la coyuntura económica actual y destacó que “lo más importante es encarar un plan antiinflacionario” porque, más allá de “la volatilidad cambiaria” que hay luego de un cambio en el Ministerio de Economía, lo que “impacta en la economía familiar es el precio de los alimentos y el endeudamiento".
En No Corras, por FM 97 UNE, el legislador calificó como “un cambio positivo” la llegada de Silvina Batakis al gobierno porque “tiene un conocimiento real de la cuestión federal y de la estructura del Estado” y destacó “lo que ella ha planteado sobre el equilibrio fiscal”.
Además, explicó que a todos los gobiernos del mundo “hay que dividirlos en pandemia y post pandemia, porque la crisis sanitaria fue única” y destacó que en su gestión como ministro puso en marcha la tarjeta "Alimentar" que “nos sirvió para sostener la situación crítica, mejorar la calidad nutricional y atender el problema del hambre”.
En ese marco, Arroyo señaló que “hoy la realidad es que hay más trabajo. Pero no baja la cantidad de gente en los comedores por el precio de los alimentos". Es decir que "la gente trabaja pero después pasa por el comedor para llegar a fin de mes”, aseguró y reiteró que por ello “el tema clave es encarar un plan antiinflacionario”.
Arroyo insistió “más allá de la volatilidad cambiaria (…) los dos problemas en serio que tenemos en Argentina es el precio de los alimentos y el endeudamiento de las familias”. “Porque como no les alcanza la plata, la gente se endeuda y los más pobres se endeudan a más del 200%”, aseguró.
Por ello propuso primero tomar medidas en dirección al control de precios como “el Plan Precios Cuidados o un fideicomiso para el tema de la harina. Luego, ofrecer créditos no bancarios para desendeudar a las familias y crear mercados de cercanía para que los pequeños productores le puedan vender directamente al consumidor. Y finalmente ser muy cuidados en lo fiscal, en lo monetario, e ir a un acuerdo de precio y salario. El plan antiinflacionario sería todo eso junto”.
Por último, se refirió a la presentación del proyecto de Salario Básico Universal y destacó que la propuesta va en sintonía con lo que proponen “las Naciones Unidas y la CEPAL” para América Latina.
“Hay tres caminos para atender el problema del plan social y del trabajo informal. Por un lado la reducción de la jornada laboral, para que trabaje más gente, que es lo que ocurre en Europa. El segundo camino es garantizar una base de ingreso, que en el caso de Argentina beneficiaría a 9 millones de ciudadanos. Y un tercer camino es flexibilizar condiciones de trabajo para que haya más contrataciones. Sin embargo, esto ya se hizo en Argentina. Y terminó con 57 % de pobreza y el 18 % de desocupación. Por eso creo que el proyecto es el mejor camino”, reflexionó.