Cabe destacar que la ciudad de Azul es la ciudad cervantina de la Argentina –declarada así oficialmente en 2007, por la UNESCO. En la intersección de las calles San Martín y Rivadavia hay una casa construida en 1883, donde descansa la colección de ediciones de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha más grande del país, y una de las más importantes de América.
El artífice de esa colección fue Bartolomé J. Ronco, un abogado porteño que se instaló en Azul cuando se casó con la azuleña María de las Nieves Clara Giménez.
En diálogo con Revolución Solar, Cerone dijo que para que la ciudad obtuviese esa designación, “hubo mucha gente que se puso a trabajar para presentarnos, un libro con un montón de elementos que no sólo cuenta la selección, sino también el espíritu quijotesco de la ciudad”.
Por Revolución Solar, la entrevistada señaló que cada vez que se hace el festival, “la ciudad se pone de fiesta, se abre para recibir a los visitantes. Vamos por las 15° jornadas académicas, los intelectuales vienen con el auspicio de la Universidad Complutense de Madrid, la UBA, la UNLP y la UniCen”.
Además, “el trabajo de las escuelas es maravillosa”, mencionó la entrevistada y relató que “en una oportunidad vino Osvaldo Quiroga y lo llevamos a la Unidad 7° y vio cómo los internos habían trabajado sobre la obra, al punto de que los egresados se hicieron la campera y la torta con la cara del Quijote”.
“La gente se prepara todo un año para mostrar lo que se hace. Cada año el festival deja algo al patrimonio”, enfatizó.