La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que “la intempestiva renuncia del ministro de Economía (Martín Guzmán) fue un inmenso acto de irresponsabilidad política”.
Al inaugurar el Cine Teatro Municipal de la ciudad de El Calafate, en Santa Cruz, dijo que ese suceso constituyó también “un acto de desestabilización institucional, porque hacerlo enterar al Presidente de una renuncia por Twitter no me parece bien por la sociedad en su conjunto”.
“Me parece un gesto de inmensa ingratitud personal hacia el propio Presidente que había bancado a ese ministro como a nadie, enfrentándose inclusive con sus propias fuerzas de la coalición”, significó la funcionaria.
En ese marco, insistió en lo que manifestó en el acto en Ensenada, en relación a acordar políticas por ejemplo, en materia de precios. En tal sentido, sostuvo que el programa Previaje implementado por el Gobierno Nacional para activar al turismo interno “es una política expansiva” y pidió “alejarse de los dogmas de izquierda y derecha para acordar políticas de precios”.
“Creo que el gobierno, cuando se establezca el nuevo Previaje, debe llamar a la cámara hotelera y gastronómica para acordar políticas de precios, porque el sector ha sido uno de lo que más ha contribuido, junto con textiles y otros, a la conformación del índice inflacionario. Si el Estado hace una inversión de la magnitud del Previaje, que contribuyan con un acuerdo de precio y el que no quiera que no se adhiera. Es simple”.
La vicepresidenta dijo además que los que hablan del déficit de Aerolíneas Argentinas “no cuentan las ganancias de los balances de hoteles, restaurantes, pistas de esquí. ¿Por qué no sumamos todo lo que se gana? Les pido que carguen todas las rentabilidades del sector turístico a lo largo y ancho del país porque también le pertenecen a Aerolíneas Argentinas”.
“Si el Estado sólo va donde hay rentabilidad, ¿qué hacemos con los argentinos y argentinos que viven donde no hay?”, se preguntó la mandataria y añadió: “No conozco empresario que niegue la importancia del Previaje. En términos fiscales es una política de expansión y en términos monetarios, es emisiva”.
“Alejémonos de los dogmas, no son buenos”.
En tanto, advirtió que algunos sectores promueven enfrentamientos entre los miembros de la colación de gobierno. Puntualizó que cuando tuvieron diferencias por las condiciones del acuerdo con el FMI, “todo el arco político de la oposición, el periodismo en general, el establishment económico, salió a hablar de la racionalidad del ministro de Economía ¿y quién era la irracional? Creo que la intención era enfrentarnos”.
En esa línea, alertó sobre la preocupación que se genera en torno al precio del dólar y el comportamiento del mercado financiero. Al mostrar un gráfico, indicó que “con Macri no hay brecha pero hay formación de activos en el exterior. No había regulación cambiaria. La tragedia es que para hacer eso se endeudaron primero y sacaron los dólares después".
“Si no los dejás sacar los dólares se comportan como adictos y estallan la economía del país y esto ha sido históricamente”, señaló.
Tras ello, expresó que quiere ayudar, “pero se ayuda diciendo la verdad, no escondiendo la basura debajo de la alfombra y si estoy equivocada, que me convenzan. A mí, con argumentos me llevan a cualquier parte, a las cachetadas nunca y que lo sepan todos y todas”.
“Como está muy feo el mundo, les pido a todos y todas que encontremos un punto de coincidencia, porque si no, no va a haber Argentina para nadie. Sin rencores, pero con mucha esperanza de que podamos hacerlo, debemos autoconvocarnos para la construcción de una Argentina en paz que presupone, además, una Argentina con paz social”, concluyó la vicepresidenta.