Antonio Birabent habló con Gillespi y Miri Molero sobre su novela “Tres”, publicada por Editorial Malisia.
“El titulo tiene que ver con mi padre, con Moris, con mi hijo Oliverio y conmigo, de esos tres masculinos unidos por la sangre y por el destino”, dijo el también actor y músico. Agregó que “el libro navega esas aguas familiares, también otras, las de la ciudad”.
“Hay mucho de la relación de familia y de la extrañeza también, el libro plantea que damos por hecho que tener un padre y un hijo y estar entre medio de los dos en normal, y es rarísimo. Lo extraordinario de lo cotidiano”, significó.
Birabent afirmó que “vengo de ser mi hijo en otro momento de la vida y voy, si es que aguanto, a ser mi papá”. En ese marco, consignó que “es difícil hablar de la música y no sé si no es más difícil aún hablar de cómo escribir, pero al fin y al cabo tiene que ver con cuál es la mirada, si casi siempre es el mismo tema”.
“Nos une mucho la música, las conversaciones sobre la música con mi papá y cuento mucho el rito cotidiano que tenemos con mi papa con el teléfono fijo, hablamos siempre de lo mismo, en esa repetición está la magia”, reveló Birabent.
“El libro cuenta cuestiones familiares, ninguna es pecaminosa, ni incontable, pero seguramente mi padre no lo hubiera puesto en un libro”, reconoció.
Sobre el acto de creación, indicó que “el misterio de la escritura del texto es más misterioso para mí, porque con la canción, después de tantos años de componer, hay una mecánica, de esto lo puedo repetir en el estribillo”.
“En la escritura del texto es insondable, porque empezás de un vacío, a veces es un detalle mínimo lo que te hace escribir. Llevo mucho tiempo en la música y componer una canción no me genera un desafío y esto me lleva a un precipicio”, señaló.
Por último, recalcó que “no existe escribir un libro de a dos personas, la escritura de un libro es un trabajo en soledad”