En conversación con Radio Provincia Nicolás Olszevicki explicó uno de los puntos de partida de su libro es que la Teoría de la Evolución es de sus teorías favoritas, “pero es bastante simple y está muy malentendida. Uno de los puntos centrales es que evolución, connota la idea de mejora, pero la evolución no es mejora, no es progreso, es cambio adaptativo a un determinado medio en un determinado momento. Lo que hoy te conviene por ahí mañana no. Parte de mi libro es que esas cuestiones se entiendan”.
Otro tema que aborda es “la selección sexual, cuando las hembras de una especie eligen una caracterísitca del macho por más que al macho no le reporta un beneficio para la superviciencia, como por ejemplo, la cola del pavo real, que es incómoda, le damucho esfuerzo, pero le ayuda a tener sexo”. Otro ejemplo es “la cornamenta de un ciervo, un cambio adaptativo en el sentido de que le permite enfrentarse a otro animal y acceder más a la comida y a copular. En definitiva lo que Darwin llama selección sexual son aquellos comportamientos que no favorecen para sobrevivir pero si para acceder a la cópula y en la posibilidad de dejar descendencia”.
Olszeviki enía una curiosidad que lo llevó a investigar uno de los ejes centrales de Sexo Animal: “ver cómo nos inscribimos los humanos en la naturaleza. Parto de dos ideas. No somos excepcionales, más allá de la cultura. También es cierto que somos parte de esa naturaleza. Entonces en el libro agarro comportamientos que consideramos exclusivos de los humanos y vemos que casi todos están presentes en otras especies. Hay monogamia en primates y en las aves. El sexo por placer, el sexo homosexual está presente en los animales. Los bonobos tienen un repertorio sexual variadísimo, se miran a los ojos, , orgías, hembra con hembra, macho con macho. Son una especie muy promiscua en los términos en que nosotros entendemos la promiscuidad”.