La comisión directiva de la Asociación Rosarina de Fútbol decidió prohibir la acción de golpear la pelota con la cabeza (cabezazo) en todas las competencias masculinas y femeninas de menores de once años que se disputen bajo su órbita.
Norberto Debbag, cardiólogo y deportólogo, indicó a Mañana es Mejor por Radio Provincia que " en 2016 Estados Unidos quiso hacer una demanda a la FIFA por lesiones que aparecían en algunos chicos. Esto no prosperó, pero sí EEUU lo había puesto en chicos menores de 10 años para que evitaran cabecear. Hace una semana salió una publicación del fútbol inglés que sugería que menores de 12 años no cabecearan. Ahora, en el fútbol infantil de Rosario lo piden para niños menores de 11 años".
Debbag sostuvo que "está demostrado que los adultos al cabecear reiteradas veces en los partidos de fútbol generan micro traumatismos en el cráneo. Pero se comprobó que a futuro genera lesiones a nivel cerebral. Si bien el boxeo es distinto al fútbol también se hizo este estudio y ahí el ejemplo de Mohamed Alí con Parkinson y demencia senil. Bobby Charlton (futbolista) en Inglaterra también tiene un cuadro demencial. En Argentina tenemos casos como el de José Luís 'Tata' Brown que también terminó con alguna demencia al igual que Edgardo 'Patón' Bauza quien tiene alguna alteración de tipo cognitiva".
El especialista explicó que la "encefalopatía traumática crónica produce trastornos cognitivos en la atención, memoria, falta de relaciones. Sería un estado pre senil en el cual no podés ubicarte en tiempo y espacio". Además, indicó que los estudios están basados en "1000 y 1500 cabezazos. Siempre a nivel de los adultos".
En tanto, precisó que la medida tomada por la liga rosarina no le parece "descabellada. Sería ideal que un neurólogo o traumatólogo infantil lo pudiera explicar porque cuando cabeceas tenés que tener una buena masa muscular para resistir el cabezazo, que son todos los músculos del cuello que mantienen firme a la médula y la columna vertebral. Cuando cabeceas una pelota, que pesa unos 400 gramos, y viene fuerte puede producir un desmayo o paro cardíaco si pega en el pecho. Es decir, repercute en el cerebro que tiene el líquido céfalo raquídeo que lo envuelve y es un amortiguador ante el golpe para no dar contra el hueso. En los chicos, que usan la pelota de adultos, no serían convenientes los cabezazos por las consecuencias a futuro. Es un tema para seguir debatiendo con especialistas, pero la idea no es descabellada".