La directora editorial del Grupo Planeta, Adriana Fernández, habló de su carrera y de los desafíos del oficio con Gillespi y Molero.“Si la editorial es una persona, en algún momento se cansa, considera que ya estuvo bien o se estresa. Yo vengo de una empresa familiar, entre las crisis del país y las lógicas de las empresas que van subsumiendo a las empresas más pequeñas, hay luchas muy admirables”, reconoció.
En ese marco, recordó que “fui editora por un año, luego hicieron la compra en la debacle de 2000 y 2001 y nos echaron a muchos empleados, luego de un tiempo me convocaron nuevamente. Di clases de varias cosas en la universidad mientras tanto. Al comienzo lo pensé porque me iba muy bien en la universidad, pero al final volví como editora de libros infantiles”.
Seguido, la entrevistada resaltó que “en el terreno de la edición como trabajo culo en silla es de mujeres, los varones estaban en las direcciones o los lugares de poder (…) Fui la primera editora mujer de Argentina. Había sellos puramente comerciales, convenios con grandes empresas de licencia, cosas que desconocía y aprendí a los cachetazos. Luego intenté hacer una colección infantil y me fue pésimo. Por suerte después creé Planeta Lector para escuelas y revertimos estos fracasos”.
Fernández significó que luego “asumí la gerencia del área infantil y juvenil pero llevaba también contenidos editoriales, contrataba libros de adultos, con un entusiasmo sin límites”.
“Las condiciones de lectura generan nuevos lectores para escritores inesperados y eso es bárbaro”, puntualizó la directora y admitió que “la visibilización del trabajo de los colectivos también genera condiciones de lectura, porque se pueden leer historias que no se contaban”.
Escuchá la entrevista completa: https://drive.google.com/file/d/1mCWap4Xjg5WFO2sAKUXTM2kH5GZbCHJ0/view?usp=sharing