El club platense fue fundado el 4 de agosto de 1905.
En diálogo con el Deportivo 1270 Rittner recordó como entró en la dirigencia del club. "En 1986 se iba a formar una comisión directiva, yo era el presidente de la cooperadora de la Escuela 5 y hablé con la secretaria Graciela Orengo (hermana de Raúl Correbo) para que me recomiende porque es el sueño de un hincha integrar una comisión directiva".
Ese fue el comienzo de un largo recorrido en el "Pincha" donde cosechó amistades y principalmente guarda recuerdos. "Un recuerdo imborrable es el que tengo de Carlitos Cajade, justo hoy en el día del sacerdote. Venía a la cancha con los chicos, nunca quiso ir a la platea y cuando no le iba bien al equipo los arengaba para que levantaran el ánimo".
Hay algo que siempre hace Estudiantes y es mantener los lazos de su historia con la actualidad.
"Es lindo cuando los chicos pueden tener contacto con las glorias del club. Siempre se convoca a distintas generaciones de jugadores y tienen su reencuentro. Estudiantes tiene una historia grande, hay que mantenerla viva y continuar el legado y seguir manteniéndolo".
Rittner expresa su admiración por el nuevo estadio. "Hoy día hay mucha tecnología, que muchas veces me supera, y el club ha cambiado notablemente. Tenemos un hermoso estadio terminado, pensaba que no lo veria así, y me acuerdo de mis inicios cuando iba con mis hijas y mi esposa al mediodía a la pileta y pasar los veranos ahí.y hoy te encontrás con ese monumental estadio".
Una de las ricas anécdotas que cuenta Rittner tiene que ver con los tablones de la vieja cancha. "Un pedacito de tablón se lo regalé a Joan Manuel Serrat y me preguntó si lo habrian orinado mucho y le dije que se quedara tranquilo que se lo lleve a su casa que estaba bendecido".
"Tengo muchas cosas en casa, una especie de museo donde recibo a toda clase de gente que quiera saber de la historia de Estudiante. Para empezar hay más de 150 libros de todo tipo de personas dedicados a Estudiantes, ropa que he ido coleccionando desde chico, distintivos y medallas que fui intercambiando con otros clubes, los carnets desde que entré, placas de reconocimiento. También tengo teléfonos antiguos, le regalé un Ericsson de 1922 a Sebastián Verón, que funciona perfectamente. Guardo muchos recuerdos que conservan historia como diarios y revistas. Estoy tratando de desprenderme de varias cosas y se las doy a los chicos que manejan el museo, es difícil porque es parte de mi vida. Pero es lindo que otros disfruten de lo que yo disfruté".
Daniel Rittner habla de sus deseos. "Me gustaría que me recuerden como un hincha más, un socio vitalicio y colaborador".