El director del Instituto de Estudio de Consumo, Miguel Calvete, manifestó que el IPC de julio estará “en torno al 10,2% en bienes y servicios” y “si se desagrega alimentos alcanzará el 10,8%”. El especialista sostuvo que “es la más alta en los últimos 30 años”.
En declaraciones a FM 97Une agregó que “si anualizamos la inflación en alimentos, tomando como mínimo un 5% mensual de aquí a fin de año, estamos en torno al 90%”. Se trata de “un escenario complejo, teniendo en cuanta que en los últimos meses del año suele recalentarse la economía, más allá de que se están activando bonos, el aguinaldo, las cláusulas gatillo de muchas paritarias y eso hace que haya mayor ingreso y mayor circulante”. En ese sentido, aclaró que “hay una sobredemanda porque la gente quiere refugiarse en distintos bienes, durables o no durables”.
Calvete reveló que “en el caso de alimentos, hubo una caída generalizada en el consumo en torno al 3%. La gente está migrando a terceras marcas”. A su vez, indicó que “más allá de eso hay una sobredemanda de productos acompañado de una falta de oferta y eso es un combo bastante nocivo para la economía”.
De todos modos, señaló que “hay expectativas” por el arribo de Sergio Massa al ministerio de Economía y de Matías Tambolini a la secretaría de Comercio Interior, y precisó que “es fundamental que convoque a todas las cadenas de comercialización, incluido al sector pyme, que está muy golpeado y nos han manifestado que tienen problemas fiscal, tributario, de previsión de insumos e importaciones”.
El analista subrayó que “es momento de sincerarse con el valor del dólar porque gran parte de las compañías se manejan con el dólar MEP, que bajó (en los últimos días) pero en el último mes subió prácticamente un 50%”. Si bien denunció que “hay un componente especulativo, más allá de eso hay problemáticas concretas”.
Asimismo, dijo que “si analizamos aquellos sectores medios que tienen herramientas de créditos para poder comprar y stockearse, vemos que han entrado en una espiral de refinanciación de pagos mínimos y eso es muy nocivo”, porque además “en los últimos 4 años tuvieron una situación donde perdieron un 30% de su capacidad de compra de su salario real producto de la inflación, que es el impuesto más nocivo para los sectores de menores recursos”.
Calvete estimó que “las tarifas son el gran desafío (del Gobierno) porque más del 60% de la población tendrá un impacto en su bolsillo”, aunque consignó que “es más justo y concientizador porque la gente va a autolimitarse” en el consumo.
Por último, apuntó que “un desafío para Tombolini es federalizar Precios Cuidados. Hay empresas que forman parte del programa que tienen una escala regional, provincial y sería importante que le delegue a los intendentes y gobernadores la posibilidad de realizar sus propios acuerdos de precios porque no tiene sentido pagar en Tucumán un kilo de azúcar al mismo valor que en Buenos Aires”.