Hace dos semanas hubo fuertes tormentas que “abrieron el techo y se mojó todo como si abrieras una ducha en todo el local”, explicó Fernando, por lo que más de 1500 libros estuvieron al límite de estropearse para siempre. Sin embargo, los propietarios no de desanimaron y explican con humor que “si sobrevivimos 40 años de los gobiernos que tuvimos, un chubasco no nos va a cerrar. Hay descuentos del 15 a 30%”.
La reacción de los clientes, vecinos y editoriales fue de solidaridad, “desde la gente que vino con secadores de pelo para ayudar a secar libros hasta los plazos extendidos que nos facilitaron las editoras que nos dan los libros a consignación y hay que pagarles”.
Fernando invitó a la feria que tendrá lugar hoy y mañana, donde se pueden encontrar libros “de la ostia, sobre todo de historia universal, argentina y de cultura”.