El 21 de agosto de 1971, el seleccionado argentino venció por 4 a 1 a Inglaterra en la II edición del Campeonato Mundial de Fútbol Femenino en el estadio Azteca de México.
En diálogo con Gambeta de Dama, Marta Soler cuenta la historia de aquel mundial. "Tenía 17 años cuando sucedió todo esto, yo jugaba con mi papá, no sabía que se jugaba fútbol femenino. Un día estaban dando un partido de fútbol femenino en la televisión, jugaba Vélez - Estudiantes y estaba por ir a la cancha con mis padres. Vivíamos en Liniers y mamá era fanática de Estudiantes, yo no podía creer que pasaran un partido de mujeres y abajo de la imagen ponían que probaban jugadoras, anoté la dirección y el teléfono, me fui a probar y quedé de titular y nunca más salí".
"Yo jugaba en Racing que nos ayudó mucho. Ojo que soy del Rojo (Independiente) a muerte. Cuando entré a la selección argentina no teníamos nada, ni técnico, ni masajista ni médico. Entrenábamos en el predio que nos prestaba la UTA (Unión Tranviaria Automotor), nos regalaron un jogging y no teníamos botines. Y así fuimos a México."
"Antes de entrar a jugar el primer partido sabíamos que la cancha estaba llena y el Estadio Azteca, en esa época, tenía capacidad para 110.000 personas y era nuevo. Fui la última en llegar porque mi pasaporte tardó mucho en estar listo".
"El puesto de arquera es el peor de todos, pero era el que mejor jugaba. Teníamos una canchita con mi papá en una isla del Delta y tejimos hasta las redes de los arcos. Jugábamos entre 8 y 10 horas por día, yo volaba de palo a palo y me venían a ver de otras islas. Nunca nadie me enseñó algo del arco. Yo aprendí de ver como se formaba una barrera por sentido común".
Soler explica cómo fue el debut en el mundial. "En los momentos de mucha presión soy muy fría. El primer partido fue contra las locales y fue el peor. El segundo partido nosotras éramos punto contra Inglaterra, no éramos nada. Sin embargo se alinearon los planetas ese día, jugamos como los dioses. La altura influye mucho y cuando fui corriendo a la mitad de la cancha para festejar un gol con mis compañeras me costó volver al arco".
La autora de los 4 goles frente a Inglaterra fue Elba Selva. "Elba no me sorprendió para nada, era una gran jugadora. Lo que pasa que las otras jugadoras no fueron egoístas con Elba y le daban la pelota porque estaba mejor ubicada y ella los hizo".
"Ese partido fue un sueño. Los periodistas y la gente montaron guardia en el hotel. Fue un asedio importante, nos pedían autógrafos y nos sacaban fotos. En la cancha todos hinchaban para nosotras. Para mí fue algo impresionante porque era la más chica del plantel".
La ex futbolista recuerda una anécdota. "Al lado del hotel donde nos hospedábamos había un restaurant argentino. Yo cantaba todas las noches en ese lugar y cuando le ganamos a Inglaterra el dueño nos regaló un día en Cuernavaca a toda la delegación, fue ahí donde me lesioné los gemelos y de ahí en adelante jugué infiltrada todos los partidos".
"También hubo un accidente grave donde volcó el colectivo de la delegación argentina y se lesionó la capitana y no pudo seguir jugando y acá no se enteraban. De hecho nadie nos recibió en el aeropuerto de Ezeiza cuando volvimos".
Soler cuenta cómo llegó el reconocimiento a ese equipo. "Tengo que destacar a Lucila Sandoval, que sin ella nada de esto hubiera pasado. Ella vio una foto de la selección del ´71 y nos buscó una por una, fue un gran trabajo y todos los homenajes son gracias a ella".
Aquella experiencia marcó a fuego a las integrantes de la Selección argentina y así lo vivió la arquera. "Fueron 40 días inolvidables. Cuando terminó el Mundial nos quedamos una semana más en México y le ganamos un amistoso que jugamos con las locales y después nos fuimos a Perú y tambien ganamos un amistoso. Ya en ese momento habíamos mejorado, teníamos técnico y entrenábamos".
"Me retiré en 1978, jugaba para la "Academia" y salimos campeonas en un torneo de 24 equipos. Definimos contra San Fernando, donde jugaba la capitana de la selección argentina, Angélica Cardozo. El partido terminó empatado y nos fuimos a definición por penales. Atajé un penal y el partido se definió con el penal que pateé yo".
Marta Soler explica cómo era jugar al fútbol en su época y lo que piensa del fútbol actual. "A nosotras nos gustaba tanto jugar y nadie nos gritaba "andá a lavar los platos" porque jugábamos muy bien. Nos invitaban a jugar contra hombres".
"Hoy por hoy al fútbol femenino le falta mucho, por ejemplo los clubes de primera no tienen pensiones para chicas y sí hay para varones. Todavía faltan muchas oportunidades. Hay jugadoras que la rompen pero tienen que trabajar, imaginate si sólo se dedicaran a jugar al fútbol".