En diálogo con Picado Fino por Radio Provincia precisó que la iniciativa recoge los planteos de 150 organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre este tema y “busca equiparar la licencia del ciudadano común con el carné profesional” en el sentido de que nadie pueda conducir “con ninguna gradualidad alcohólica en sangre”.
La idea es que “quien maneje no consuma ni una gota de alcohol”, insistió la legisladora, al tiempo que advirtió que está comprobado que “cualquier consumo de alcohol disminuye la capacidad de respuesta del conductor o conductora”.
Además, indicó que se trata de “la primera causa de muerte en jóvenes” en el país y, de hecho, “las asociaciones están formadas por personas que perdieron sus vidas en eventos evitables, por eso hablamos de accidentes”.
López consideró que sancionar esta ley “sería un acto de reparación y de respeto” hacia las familias que han perdido seres queridos y aún esperan justicia. Además, permitirá “empezar a debatir el tema de la siniestralidad vial en la Argentina, cómo mejorar los controles y la educación” desde una “lógica de cuidado”.