La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner habló en la esquina de Uruguay y Juncal, en el barrio de la Recoleta, donde reside, tras la represión que llevó a cabo la Policía de la Ciudad de Buenos Aires contra personas que se manifestaban en el lugar.
En ese marco, afirmó que "desde que el partido judicial pidió 12 años de condena por cada uno de los 12 años de los mejores que tuvo el pueblo argentino, se produjeron en todo el país manifestaciones, pero en el único lugar donde hubo escenas de violencia fue en la Ciudad de Buenos Aires y en la puerta de mi casa, provocadas por lo que yo llamo el odio hacia la alegría y el amor peronistas que siempre hemos sido objeto de la violencia”.
Señaló que desde hace años “he sufrido el permanente hostigamiento de gente que viene a insultar, agraviar y amenazarme de muerte y nunca vi a la policía de la Ciudad de Buenos Aires intervenir para evitarlo y también soy ciudadana y pago los impuestos igual que todos los que están acá. Tengo el mismo derecho que todos”.
“En una democracia el derecho a la libertad de expresión es fundamental”, enfatizó la ex presidenta y recordó: “Los hemos visto colgar bolsas mortuorias con las caras de los principales dirigentes de nuestro espacio político, pero los violentos somos nosotros”.
En esa línea, añadió: “Los vimos colgar horcas y guillotinas en las plazas de la república, pero los violentos somos nosotros. Es increíble el grado de cinismo y perversión de no hacerse cargo de lo que quieren: exterminar al peronismo, que es lo que quisieron desde siempre. Lo han intentando todo, las peores violencias, la desaparición de miles y miles de compatriotas porque no aceptan que el pueblo pueda reclamar cosas diferentes a las que ellos quieren darles”.
“Le pedimos a la oposición que dejen de competir entre sí para ver quién odia más a los peronistas, esas competencias para ver quién castiga más las manifestaciones populares nunca llegaron a buen puerto. No repitan experiencias de las que después todos tenemos que lamentarlos. Ha habido demasiada sangre en la Argentina”, advirtió la Vicepresidenta.
Por último les pidió a los manifestantes que “no abandonemos nuestras convicciones y el indestructible amor a la patria que nos une a todos y todas. Vayamos a descansar un poco que ha sido un largo día”.