La abogada feminista Soledad Deza se refirió al femicidio de Úrsula Bahillo y afirmó que “cada mujer que muere a manos de un maltratador con una denuncia en la cartera, tiene que ser tomado como un fracaso estatal”.
En diálogo con FM 97 Une, sostuvo que el caso de Úrsula “tiene que ser una gran alerta para las instituciones del Estado, pensar hasta qué punto los mecanismos de género que se abren hacia su interior y si están listas para dar una respuesta a la altura de las circunstancias”.
“Casos como el de Úrsula me hacen pensar hasta qué punto esos espacios están preparados, para eso hay que hablar de presupuesto, de planificación de una política que impacte en la realidad que se propone y diseñada de acuerdo a la realidad del territorio en el que quiere incidir”, enfatizó la letrada.
Además, destacó la necesidad de “analizar si los espacios están dotados de personas con capacidades para afrontar estas situaciones límites, porque tras numerosas denuncias hay un riesgo mucho más alto, creo que hay una política judicial que está haciendo agua”.
Seguido, consideró que “en Argentina no nos hacen falta leyes, el marco de derechos es suficiente, investigar con debida diligencia no es sacar una perimetral, tiene que haber un abordaje integral para este tipo de violencias”.
En relación a la implementación de la Ley Micaela, indicó que “el dispositivo de la capacitación sólo será efectivo si somos capaces de evaluar cómo impactó. La única manera de evaluar conocimientos y competencias en el Poder Judicial son las sentencias, si dictan sentencias sin perspectiva de género, no habrá servido la capacitación (…) la perspectiva de género no es de aplicación mecánica”.