En declaraciones a Perdidos en el Espacio consideró que la Vicepresidenta “corporiza un proyecto de nación o un anhelo popular contra el que los poderes establecidos no pueden políticamente. Lo han intentado de todas las formas posibles, es una mujer que viene sufriendo bombardeos en todos los órdenes de la vida: la han acusado de chorra, mafiosa, corrupta, ha sufrido ataques a su familia y nada de lo que hacen, ni siquiera la certeza de una condena judicial, parece afectar el ascendiente que tiene sobre millones de argentinos y argentinas”.
En ese marco, el periodista y escritor afirmó que “vivimos en un país que todavía padece una inmadurez histórica tan fenomenal, que hace que la lucha no se pueda dirimir en el terreno de lo político”. Seguido, sostuvo que “lo que llamamos la derecha o mal llamamos liberalismo o neo fascismo no tolera la derrota política, ni tener que avenirse a lo que el pueblo decide y a lo que las leyes establecen”. De este modo, “la violencia se convierte casi en el único recurso posible. Hasta ahora era una violencia verbal y gestual pero todos sabemos que las palabras crean cosas materiales y una vez que nombrás algo con la suficiente intensidad y la suficiente cantidad de veces, algo en el tejido de lo real se produce”.
Figueras manifestó que “hay una tensión muy grande cuando uno intenta llevar adelante a un país dentro de los códigos de convivencia democrática pero tiene que lidiar con gente cuya profesión de fe democrática es más bien tenue”.
“No le encuentran la vuelta al fenómeno Cristina, políticamente hablando. Particularmente después del cierre del alegato del fiscal Luciani, lo que ella comunicó al día siguiente despejó el mapa de lo político dentro del Frente de Todos. Claramente no hay nadie que pueda hacerle sombra bajo ningún concepto. Cristina ordenó la interna del Frente de Todos y descajetó la interna del otro lado”, agregó por Radio Provincia.
En esa línea, afirmó: “Creo que no hay un candidato natural que no sea Cristina” y consideró que Argentina vive “un momento que deberíamos emplear para presionar de tal manera de crear un nuevo pacto democrático, ya que el de 1983 parece haber sido detonado en mil pedazos”.
A partir de ahora, debería quedar en claro que, “quienes van a jugar al juego de la política tienen que tener una profesión de fe explícita en la democracia como sistema que excluye toda opción de la violencia y el odio de cualquiera de sus infinitas facetas”, advirtió Figueras. Señaló que es necesario “generar una masa crítica que lleve a que las organizaciones y los partidos políticos firmen una suerte de profesión de fe -que debería haber sido obvia-, que establezca que dentro de la democracia todo y fuera de la democracia nada”.