En declaraciones a Con quién hay que hablar por Radio Provincia rechazó el argumento de que el ataque a la Vicepresidenta haya sido producto de una persona desequilibrada: “Los loquitos sueltos son resultado de fenómenos sociales”, advirtió.
Recordó que “el discurso del odio no es un fenómeno nuevo” y agregó: “La semana pasada publiqué el artículo “Una amenaza a la convivencia democrática”, porque leía que una acusación basada en tres toneladas de falsedades y la denegación del ejercicio de derecho de defensa era una amenaza tremenda para la convivencia democrática”.
Después del intento de asesinato contra Cristina Kirchner “pienso en que la democracia entró en riesgo y si la bala hubiera salido de la recámara, la democracia argentina estaría herida de muerte”, enfatizó.
En ese marco, Grimson sostuvo que “uno puede encontrar episodios en los cuales se habla de otros políticos apelando a cuestiones de odio, pero no hay simetría porque no existe un sistema para desparramar la estigmatización hacia aquellos que no son peronistas”.
“Hay mecanismos históricos y presentes donde dispositivos mediáticos convencieron a un sector de la sociedad de la supuesta culpabilidad de Cristina” y eso “está basado en el odio”, opinó.
Por eso, consideró que “Argentina tiene que avanzar en la limitación de los discursos del odio para lograr convivencia democrática sin violencia” y eso debería “plasmarse en una ley o en un conjunto de leyes”, como han hecho otros países.
A modo de ejemplo, sostuvo que “Argentina prohíbe la apología del delito y ahora debe ver formas para sancionar los discursos del odio para fortalecer la democracia”.