En diálogo con Hijos de 30 Mil, Rozansky se refirió primeramente al intento de magnicidio sufrido por la Vicepresidenta Cristina Fernández.
"Lo que sucedió es muy serio, pero dentro de lo que venía pasando había habido una bisagra a partir del alegato de Luciani. Las muestras de afecto multitudinarias a Cristina fueron una alarma muy importante para la derecha", dijo, al tiempo que amplió “la investigación judicial va a tratar de aislarlo a un hecho producto de una acción individual de un loco, pero no hay que separar el hecho de los antecedentes acontecidos en los últimos días".
Seguidamente manifestó “el Poder Judicial al servicio del poder económico es el gran problema que tenemos, y uno de los desafíos de Alberto Fernández al asumir", y admitió que “en el poder judicial siempre circularon discursos de odio, pero hay que diferenciarlo de personas que trabajan, de otro sector que se integra con medios de comunicación y representantes del ejecutivo, como sucedió con Macri”. Para Rozansky, el accionar de un sector del poder judicial dispone mecanismos legales para garantizar negociados empresariales.
Respecto a la movilización de ayer a Plaza de Mayo por parte de organizaciones políticas, sindicales y sociales afirmó “la respuesta de ayer no me sorprende, pero la parte vacía del vaso es que los mismos jueces del 2x1 siguen en sus cargos. Además de la movilización, hay que tomar decisiones políticas", y agregó que “esta movilización genera temor en la derecha, no sólo por el crecimiento de la figura de Cristina sino de los espacios progresistas que ponen en peligro sus intereses".
Finalmente planteó, "necesitamos de generar un lenguaje distinto al que los medios hegemónicos impusieron a lo largo de los años. En hospitales, comercios está prendido TN generando subjetividad. Hasta los nuestros hablan de 'consenso': ¿con quién? ¿con el facismo?, no gracias".