Marco Teruggi, sociólogo y periodista desde Santiago de Chile señaló que “las encuestas ya venían anticipando que ganaría el rechazo. Pero ninguna había planteado que sería con una distancia tan grande”.
En NO Corras, por FM 97 Une agregó: “El resultado fue una sorpresa tanto para quienes estaban a favor como para quienes estaban en contra del nuevo texto, por la contundencia tan elevada. Sólo en 8 comunas ganó el Si, mientras que el rechazo logro casi el 70% en algunas provincias”.
Seguido aclaro: “Esto golpea a la Convención, a todo el trabajo desarrollado, a la Constitución que no se aprobó y al Gobierno cuyo devenir está ligado a este proceso. Y fortalece a la oposición que anoche festejó después de mucho tiempo”. Y adelanto que “lo que sigue es una nueva Convención”.
Teruggi, destaco como una “acierto” que la oposición “no se planteara defender o retocar la constitución del 80" y subrayo que pese a las diferencias todo el arco político "coincide que hay que ir hacia un nuevo texto”.
Y puntualizó que de cara a los nuevos acontecimiento “lo que se puede intuir es que la derrota de la nueva Constitución le da mucho más oxígeno a los partidos de la oposición y a la derecha. Y, por lo tanto, el cálculo que se debe ser es que ante una nueva votación para crear una nueva Convención Constitucional, ellos tendrán mayor representación. Y, por lo tanto estarían en mejores condiciones para redactar un nuevo texto que no toque los pilares del modelo neoliberal contenido en la Constitución”.
Finalmente, señaló que “lo que le preocupa a la derecha chilena es que el Estado, en la nueva Constitución tome un peso que no había tomado hasta ahora. Que deje de ser un Estado subsidiario y que esté solamente en unos puntos de mínima en Trabajo, en Jubilaciones, en Salud y Educación y que sea un Estado que tome un rol protagónico. Porque eso también implica un desplazamiento de los sectores privados o un equilibrio entre lo público y lo privado. Por lo menos yo creo que eso será lo que buscarán mantener”.
“El 11 de agosto hubo un acuerdo entre los partidos de Gobierno que se comprometían a reformar la Constitución que había sido redactada por la Convención. Y los puntos que se querían cambiar eran los que atañen a las pensiones, el sistema político y la plurinacionalidad. Ahí es dónde se va a negociar. Y es un Gobierno que no está en una posición de fuerza y tampoco se le ve una predisposición para enfrentar una serie de tormentas”, cerro.