En diálogo con Historia Nocturna, primeramente Gilbert se expidió sobre "Un muchacho como aquel: una historia política cantada por El Rey", que analiza la carrera del artista popular y ex gobernador de Tucumán Ramón "Palito" Ortega.
Respecto a la motivación de centrar el trabajo que escribió junto al periodista Pablo Albaceres para Editorial Gourmet Musical, expresó "fue una figura tan importante para la cultura popular que ha marcado generaciones" y que además "ha tenido distintos modos de intervención en la política, y que curiosamente nunca es abordada desde el ensayo cultural". En ese sentido, opinó que a la hora de analizar la carrera de Ortega "nunca se ha pasado del campo intelectual y del desprecio manifiesto. Problematizar los gustos, es un tema muy interesente porque nos habla de una sociedad de consumo, de escuchas situadas en determiandas coyunturas históricas. A todo tema, aún el más bastardeado y más bizarro, se le puede extraer preguntas, indicios y respuestas de cómo transcurrió una sociedad en un período histórico".
Luego contextualizó "entre el 63' y 73', Ortega es una figura muy importante y gravitante, una máquina de generar hits. Después empieza al calor de la alta politización de la argentina, una historia más compleja entre el Camporismo e Isabelismo, y sabemos lo que sucedió durante la dicatudra". En el mencionado período histórico, "Palito" Ortega tuvo "el abrazo del estado patrocinador de películas" lo que valió "un precio político simbólico muy alto". Tras su experiencia política como gobernador de Tucumán en el período 1991-1995 y como senador entre 1998-2001, "se repliega, entra en cierto mundo de la nostalgia, y después aprarece como el antagonista que salva a su adversario, Charly García". Además, Gilbert consideró que Ortega "tuvo cierta beatificación cuando se enfrentó a Bussi", militar responsable de crímenes de lesa humanidad en Tucumán durante el genocidio cívico-eclesiástico-militar entre 1976 y 1983. Esta situación, "problematiza más el linaje y el apellido".
Finalmente, reflexionó "hay un hormiguero para patear, la transición democrática señaliza a Palito, Neustad, Menotti, y absuelve a la sociedad. Entonces, no es que hay que salir a defender a Palito, las pelícuals hablan por sí mismas, lo interesnate es qué cosas se ponen en juego en la construcción de ciertos chivos expiatorios".
"Satisfaction en la ESMA"
Luego, en la continuidad de la charla con Sergio Wisñesky, Gilbert comentó que con el trabajo que aborda la relación entre música y sonido y las prácticas de reproducción y escucha en los campos de exterminio durante el genocidio 1976/1983, buscó "reconstruir cómo funcionó el oído durante el período más ocuro de la Argentina, y eso implica ir desde la misma materialidad del terror a los objetos musicales que podrían tematizar ese momento, cómo eran escuchados, y si eran o no entendidos".
Respecto al título, dijo "remite a una experiencia concreta, esa canción de los Rolling Stones, funcionaba en la ESMA como cortina de sonido que apuntaba a atenuar los gritos de los torturados o a doblegarlos simbólicamente. El título deja de ser una provocación sino una incitación al interrogante", y citó el concepto del psicoanalista argentino Juan Carlos Kusnetzoff, «percepticidio», para argumentar que "el terror no sólo atacaba los cuerpos, sino los órganos sensitivos como el oído".
