En contacto con Mañana es Mejor por Radio Provincia, Díaz contó que “a los chicos de La Noche de los Lápices nos caracterizó la sensibilidad social, el amor y la pelea", y planteó que el boleto estudiantil “nace de esa característica pero no fue el fin del secuestro y el asesinato” por parte de los genocidas hacia esa generación.
"Hoy la escuela representa el acompañamiento del estudiante y sus conflictos sociales, en aquel momento no lo era. Nuestra militancia, en el centro de estudiantes y ni digo en las agrupaciones partidarias, era clandestina aún antes del golpe de estado", destacó.
En este sentido, puntualizó que “nuestro mundo sin internet y sin tecnologías era el barrio que visitábamos con la vergüenza de la pobreza que había allí, y eso significaba para nosotros transformarlo”.
Díaz precisó que "pasaron 46 años de Noche de Los Lápices, pero aún no entendemos que el adolescente tiene un pensamiento crítico y el orgullo de la pelea. El movimiento estudiantil creó el boleto secundario que hoy utilizan más de 5 millones de personas, más la instancia universitaria que se incorporó ahora. La educación es el acompañamiento dentro del edificio pero también la manifestación callejera del pensamiento crítico que tenemos que tener para crear la sociedad en la que nos merecemos vivir todos".
En relación al colegio de 12 y 60 del cual fue alumno, indicó que “se lo conoce popularmente como La Legión, y finalmente hoy podemos confirmar el cambio de nombre. Hay desaparecidos del establecimiento”, añadió. El sobreviviente hoy estará presente en un acto conmemorativa junto a la directora de aquella época, Herenia Sánchez de Viamonte, madre de un hijo desaparecido.
Además, mencionó que por aquel entonces, “desde el centro de estudiantes teníamos un apoyo escolar en barrios carenciados. Para muchos de nosotros que éramos de clase media significó descubrir la pobreza”.
Díaz precisó que no identifica “a los chicos como de derecha, pero sus conceptos naturales hacen a una instancia cercana a la violencia y al odio, que es lo que tenemos que revertir porque generalmente las sociedades buenas se construyen con amor”. Por lo tanto, instó a “llevarlos al plano de la sensibilidad social para deconstruirlos y acercarlos a una militancia en la que tienen que ser factor de la transformación”.
“Soy peronista porque creo que representa a la clase social trabajadora y pobre. Es interesante que desde la Facultad de Periodismo de la UNLP tengan instancias de radios en los barrios pobres para saber el pensamiento de los chicos. No considero que tienen ideología de derecha, sino que tienen la naturalidad de lo que viven y de la soledad en la que están”, aseguró.
Al ser consultado por la dictadura militar, comentó que los jóvenes “tienen el respeto de la memoria" pero también "una necesidad intensa de presente. Necesitan saber hoy cuál es el proyecto que los contempla”.
Por otro lado, sobre el ataque a la Vicepresidenta explicó que “el odio y la violencia me dan mucha angustia. Tengo marcas en el cuerpo y en el alma" y esta situación abre "la oportunidad de reconstruir el amor desde la sensibilidad social para que todos podamos ser felices”.
Y concluyó: "El horror no es cuantitativo. El delito de Lesa Humanidad es el crimen de los crímenes en el mundo y acá se les da prisión domiciliaria”.