En No Corras, por FM 97 Une, Matías De Bueno, encargado del Observatorio Ambiental de la UNR y especialista en derecho ambiental se refirió a los incendios en las islas del Delta y aseguró “que el problema no lo va a resolver una Ley, o un gobierno; porque es un problema político”.
Ayer, intendentes santafecinos viajaron a la ciudad de Buenos Aires y llevaron el reclamo al Congreso de la Nación porque la situación en la región es crítica. Hay aproximadamente 100 mil hectáreas quemadas en el Delta del Paraná. Y todavía quedan 7 incendios activos en el país.
El especialista señaló que “la principal responsabilidad la tenemos en el Estado Nacional porque se está produciendo un daño que genera un impacto ambiental interjurisdiciconal. Además, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó la conformación de un Comité de Emergencia Ambiental donde se sienten las tres provincias involucradas en el Delta: Santa Fé, Buenos Aires y Entre Ríos. Y es el ministerio de Ambiente de la Nación el que tiene que comandar el proceso y aportar los recursos . No puede ser que estemos, desde hace 3 años, solamente atacando el fuego y dilapidando recursos”.
“No puede seguir pasando que se tiren la bola de una jurisdicción a otra. Hay que sentarse, tomar una decisión política. La ciencia ya dijo lo que hay que hacer y además hay un Programa de Acción que se estableció en el 2020 que hay que ejecutar”.
Además, relató que mientras en otras regiones del país se desmonta “con topadoras, pese a que hay una Ley de Bosques”, en la zona del Delta se hace a través de incendios. Y alertó que “se está dando una pampeanización del humedal”.
De Bueno detalló: “Venimos con mucha contaminación atmosférica, estamos muy congestionados en la ciudad de Rosario y alrededores. Y estamos viviendo, desde hace por lo menos 3 años, una situación ininterrumpida donde se van dando incendios y dependemos de la orientación de los vientos para ver si podemos respirar o no en la ciudad”.
Asimismo describió: “Hay una avance de las fronteras agropecuarias. Por un lado pasa el fuego y por el otro lado tenemos un aumento de los emprendimientos ganaderos. Y esto genera un impacto ambiental en la calidad del aire. Pero al generar el desmote y el cambio de los espacios naturales también se empiezan a perder servicios ambientales que este generaba”.
“El humedal es un regulador hídrico porque contiene inundaciones, filtra el agua, nos da oxigeno; y ante la gran problemática que se viene viviendo por el calentamiento climático, es uno de los grandes sumideros de carbono. Pero hoy, en Argentina se ha convertido en un emisor de carbono, lamentablemente”, puntualizó.
Por otra parte contextualizó que además la situación en la zona se acrecienta porque “hace 3 años" que no reciben lluvias y "estamos enfrentando una de las peores bajantes del Río Paraná, la peor en 140 años”.
Finalmente, aseguró que en la región hay mediciones que indican que los niveles de contaminación “están 6 u 8 veces por encima de los valores guías que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Es un humo muy toxico porque tiene una ceniza muy finita que ingresa al organismo y circula”.
“Los que no tienen enfermedades previas están muy congestionados. Pero, además están quienes tienen EPOC, alergias u otros problemas oculares y están sufriendo complicaciones. Y finalmente ya hay médicos que hablan de las problemáticas cardíacas y pulmonares que se puede generar, a largo plazo, para niños y ancianos tras la exposición extendida en el tiempo a este humo”, cerró.