El presidente Alberto Fernández participó de la 77 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebra en Nueva York, en lo que constituye su primera intervención en forma presencial ante ese foro.
En ese marco, agradeció la "solidaridad que la Argentina ha recibido del mundo entero" por el intento de magnicidio perpetrado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y dijo que eso "no solo afectó la tranquilidad pública", sino que también "buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida".
Afirmó, además, que está "seguro" de que "la violencia fascista que se disfraza de republicanismo" no conseguirá "cambiar ese amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina" por la democracia.
En otro orden, consignó que la pandemia de coronavirus "transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial". Preguntó si "es justo que la fortuna de solo 10 hombres representen más que los ingresos del 40 % de la población mundial" y si es "ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos".
En tanto, el Jefe de Estado instó a "trabajar unidos para imponer el diálogo y recuperar la paz" en la "disputa iniciada" por el avance militar "de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania".
En materia ambiental, demandó una "acción firme y decidida" en favor de las "generaciones futuras" y advirtió que "los problemas ecológicos necesitan el involucramiento de todos". Solicitó en esa línea que sean "diferenciadas" las responsabilidades de los países en la crisis climática del mundo. Aseguró que América latina, el Caribe y África no ocupan "la primera línea de emisión de carbono" y pidió "aliviar en la emergencia el esfuerzo de quienes no fueron culpables".