Recordemos que la explosión de Río Tercero fue el 3 de noviembre de 1995 en una fábrica de armas. La Justicia determinó que no fue un accidente sino que se buscó encubrir un faltante de material bélico que había sido enviado por contrabando a Ecuador y Croacia.
Ferrer subrayó que “el móvil de la explosión fue ocultar la venta de armas. No merece ningún tipo de reconocimiento en Río Tercero, tuvo una alta responsabilidad en lo que sucedió, la muerte no exonera nada”.
Y agregó que el no adherir al duelo nacional por el deceso es algo que “la población está de acuerdo en su mayoría. Además durante el 2020 se cumplieron 25 años y los concejales lo consideraron persona no grata. Tenemos motivos suficientes para no reconocerlo y no hacer ningún tipo de homenaje”.
El jefe comunal concluyó que Rio Tercero “quedó marcado por ese hecho trágico. Dejó secuelas y la justicia nunca pudo dilucidar qué sucedió”.