En el marco de las elecciones presidenciales en Brasil, Pablo Gentilli se refirió al clima de época que vive la región y aseguró: "Brasil se presenta como un espejo de lo que puede pasarle a Argentina si se deja llevar por discursos de odio, por los discursos de discriminación y entiende que la mejor forma de llegar al poder es por la vía de la violencia, de la exacerbación del odio que expresan sus dirigentes. Argentina y Brasil son tan parecidos y tan diferentes con tantas cosas que nos han separado pero tantas cuestiones comunes en los ciclos políticos que hemos vivido, inclusive en los desafíos que hoy enfrenta Brasil".
"Estoy absolutamente convencido de que Lula mañana mismo, sin necesidad de una segunda vuelta, se transformará por tercera vez en Presidente de Brasil. En una elección lo importante es ganar, nunca ganó en primera vuelta, siempre es mejor hacerlo en primera vuelta, el riesgo no es solamente la posibilidad o no de triunfar electoralmente, si no de lo que puede pasar si se encamina a una segunda vuelta. Bolsonaro va a impugnar los resultados, va a decir que hubo fraude", analizó.
En este sentido, señaló: "Los sectores que apoyan a Bolsonaro en una escalada de violencia ya han dicho que en la primera vuelta se mostrarán mucho más prudentes. Esto no impide que algunos sectores del ejército puedan manifestarse violentamente. También así sectores de la sociedad, la sociedad brasileña siempre fue violenta, esa imagen de Brasil de los carnavales y la alegría es una construcción ficcional, Brasil es uno de los paises mas violentos del mundo, en Brasil se asesinan 36 mil jóvenes negros de entre 18 y 24 años por año, pensemos que en Argentina desaparecieron 30 mil personas en la ultima dictadura militar y eso nos marca hasta el día de hoy como una marca de barbarie contra los derechos humanos. Los mata la policía y no pasa absolutamente nada. De esa sociedad violenta también hay sectores que van a reaccionar muy probablemente con violencia respecto a los resultados del domingo".
"La violencia política parecía ser un fenómeno restringido a México, a Colombia y a países de Centroamérica o algunos países puntuales del Caribe, sin embargo esto ha empezado a cambiar y es parte de un fenómeno global, es parte de un discurso de odio que promueven las derechas. Argentina se tiene que mirar en el espejo de Brasil, estamos avanzando en un espiral de radicalización de las derechas en Argentina que van haciendo lo mismo que se hizo en Brasil, una especie de campeonato para ver quién es más bruto", sentenció.