En diálogo con Asuntos Pendientes Tornarolli comenzó explicando que “Argentina viene desde hace al menos 10 años acumulando desequilibrios de diferente tipo, por una lado los déficit fiscal y externo, el crecimiento de la inflación, la pobreza dejó de bajar, el mercado laboral dejó de generar empleo formales, luego empezó a crecer la deuda”.
La irrupción de la pandemia “profundizó muchos de esos desequilibrios y ahora hay muchos de ellos que son inmanejables” y puntualizó en el precio de las tarifas energéticas diciendo argumentando “generan déficit fiscal enorme porque el estado tiene que poner mucho dinero para cumplir los subsidios, pero por otro lado generan déficit energético porque al estar artificialmente bajos en la Argentina se incrementó el consumo y necesitamos importar energía. Ojalá que en el futuro no lo necesitemos cuando el gasoducto empiece a estar en funcionamiento”.
Seguidamente, expuso “el gobierno se ha encontrado luego de un par de años de no tomar medidas al respecto, con una situación grave en término de inflación que va a estar por llegar a los 3 dígitos, lo que además dispara en el inconsciente colectivo dispara recuerdos y esas cosas hacen más difícil bajarla”. En este ctexto, “la inversión social que está haciendo el gobierno es elevada. El gasto social y los programas tratan de sostener una situación de un grupo de la población cada vez más importante en número, pero no es una inversión que les va a permitir salir en un futuro de la pobreza, simplemente para sostener la situación corriente y que su bienestar no se va dañado”.
Ante este escenario, “casi todos los sectores están de acuerdo con que cualquier salida será costosa en términos del bienestar de la población. Quizás va a haber un shock, caída del producto importante o al menos una recesión, salvo algún golpe de suerte muy importante vemos difícil que Argentina salga de la situación actual y se encamine en un período de crecimiento estable y sostenido sin sacrificio, y lamentablemente cuando esto ocurre quienes más sufren son los sectores más vulnerables”.
En ese sentido, planteó incertidumbres respecto a que las recetas que se barajan den buenos resultados a corto, mediano o largo plazo.
“Han habido situaciones como la salida de la convertibilidad en 2003 que provocó un gran deterioro social, pero que luego generó las condiciones para la recuperación, también hubieron condiciones internacionales extraordinarias. Pero al final de los 90 la situación estaba completamente estancada, una economía que languidecía en recesión, y estaba la decisión de salir de la convertibilidad. Habían formas y formas de salir, quizás se eligió la peor porque fue por una urgencia, no por una decisión sino que nos llegó puesto, tuvo un costo social altísimo pero generó condiciones de salida”.
Finalmente, dijo que el gobierno nacional se encuentra “en una situación similar, no en el sentido de que es tan grave la crisis por la contención social que es mucho mejor porque en aquella época donde no había colchón para los más vulnerables. Pero ahora hay un dilema de cuándo y cómo lo enfrentamos”.