La presidenta de la asociación Dislexia y Familia en Argentina (DISFAN), María Arabetti, aseguró que “los niños con dislexia pueden ser lo que ellos quieran” y destacó la importancia de la detección temprana de esta condición que atraviesa el aprendizaje.
En Siete Colores, por FM 97 Une, explicó que “hay predictores que se pueden ver en la sala de 4 años” porque “en edades tempranas se puede notar si el chiquito tiene algún trastorno del lenguaje, no puede repetir una rima, una serie, confunde los colores o no recuerda el nombre de los primos o los compañeros”. Y subrayó que una buen trabajo en la “conciencia fonológica es el antecesor a una buena alfabetización”.
Seguido, explicó que la dislexia “es la dificultad para aprender a leer en forma fluida, exacta y generalizada” y aseguró que, pese a eso, con un buen acompañamiento “las personas pueden ser lo que quieran. Empieza a brillar en lo que es artístico o deportivo porque fracasan en el sistema educativo que está sentado sobre la lectoescritura y el cálculo. Pero tenemos muchos ingenieros, doctores, etc…”
Finalmente, explicó que primero es necesario “llegar a un buen diagnóstico para exigir a las escuelas las adecuaciones necesarias para que ese chico pueda tener una buena experiencia educativa. Y, como papás acompañarlos porque en los grados más altos es mucho el contenido. Y a veces la frustración es muy grande y hay un daño a nivel emocional al sentir que no pueden”.
Por último, indicó que “lo más importante es que se dé a conocer la dificultad, que se explique que como hay amigos que necesitan anteojos, otros no pueden comer harinas y hay otros amigos que necesitan otro tipo de andamiajes para tener un mejor aprendizaje. No hay que tener miedo a las palabras”.