Enrique Stola, psiquiatra especializado en violencias, aseguró que gracias al importante movimiento feminista “en Argentina, hay muchos hombres que reflexionan sobre su masculinidad”
En No Corras, por FM 97UNE el especialista detalló que cuando se habla de violencia machista, muchos varones sólo interpretan dentro de este significante a la “violencia extrema” que termina en la golpiza o incluso en la muerte de una mujer.
Stola, destacó que esta interpretación está reforzada por el discurso de los grandes medios de comunicación ya que si bien se hacen eco de “ la violencia extrema siguen sin señalar esas otras violencias que la sostiene".
“Me causa bronca ver a comunicadores horrorizados ante los femicidios; pero no se replantean todas las otras situaciones que viven las mujeres. Es como si dijeran no las queremos golpeadas, asesinadas pero si las queremos subordinadas” aseguró el especialista.
Sin embargo aseguró que “no todos los varones son así” y destacó que “en todo el país, y esto es gracias al movimiento feminista que ha permeado en la sociedad, hay grupos de varones que autogestivamente reflexionan sobre sus masculinidades, o individuos solos que leen y van cambiando sus prácticas”.
Aclaró que para que esto sea masivo “es necesario políticas de Estados. Reemplazar políticas públicas que hay en esta materia por otras; ya que las existentes vienen sosteniendo la lógica machista”.
“Si queremos que se produzcan cambios debemos estimular a los varones que ya vienen trabajando. Y por otro lado tenemos que trabajar en todas las generaciones con la Educación Sexual Integral que rompe con los estereotipos misóginos” aseguró Stola.
Y propuso “trabajar para que los varones no se eduquen con la pornografía. Y para que las chicas no entiendan su libertad sexual respondiendo al deseo masculino aprendido desde la pornografía".
Finalmente, Stola reconoció que en los encuentro que el brinda, los varones manifiestan “temor a la hora de poner límites. Hay hombres que concurren a los encuentros y relatan que tienen amigos que prefieren pagar por un encuentro sexual, porque consideran que pueden ejercer total poder sobre el cuerpo de las mujeres. Admiten que reprueban este comportamiento pero no se atreven a cuestionarlos porque tengo miedo de que dejen de ser mis amigos”.
Y por ello resaltó la importancia de "visibilizar el trabajo que vienen haciendo muchos varones, gratis, autogestivos y sin apoyo del gobierno en este tema".