En diálogo con Por los Pibes, el profesional dijo no sorprenderse de lo ocurriso, y lamentó "que el deporte, el fútbol fundamentalmente, no termina de aceptar el cuidado sistemático, regular y organizado de la salud mental de los deportistas, porque no sólo puede prevenir este tipo de cosas, sino que de alguna manera termina aumentando el rendimiento deportivo bajando los niveles de ansiedad", entre otros aspectos.
Seguidamente identificó "hay dos etapas muy vulnerables, las lesiones o esto" (el momento en que se define si el deportista continuará o no en la institución en la que aspira a profesionalizarse), y mencionó que muchos jugadores"cargan con expectativa y auto exigencia, como quienes vienen de Tucumán u otroas provincias con la idea de salvar económicamente a su familias, sus hermanos. Este chico ha tenido una expectativa muy grande".
Luego se expidió en relación a su experiencia trabajando en Estudiantes durante la gestión de Claudio Vivas como responsables de las inferiores del "León".
"Estos temas se trabanjan con testeos para identificar cuestiones como trastornos de ansiedad. Se testea a todas las divisiones y se los acompañaba específicamente cuando se les decía si firmaban el primer contrato o no, por una cuestión ética no quería enterarme para poder contener mejor", y agregó para concluir "hay cosas que son previsibles y prevenibles, este chico tenía dos opciones, o el fútbol o la nada" sosteniendo que debe trabajarse en que el paciente contemple alternativas de vida.