Con una multitudinaria presencia de militantes, funcionarios, dirigentes y simpatizantes, la exmandataria volvió hablar por segunda vez después del intento de magnicidio que sufrió el pasado 1° de septiembre.
Al respecto, expresó que “el acuerdo democrático se quebró” el día del atentado y llamó a reconstruir el pacto que, tras el retorno del estado de Derecho, en 1983, estableció que “ningún argentino ponía en peligro su vida por pensar diferente. Ese fue el gran logro que se incorporó: podíamos tener todas las diferencias del mundo pero nadie quería matar a nadie”.
Sostuvo, en ese marco, que “es obligación de todas las fuerzas políticas en Argentina volver a reconstruir el acuerdo democrático separando a los violentos, a los que quieran que el otro se muera porque piensa diferente. Ningún partido político puede volver a aceptar esto”.
Seguido, señaló que “los argentinos debemos incorporar al debate y al acuerdo democrático el tema seguridad, un tema complejo pero que hoy sufre el conjunto de la sociedad argentina, hay que terminar con debates absurdos”.
“La democracia tiene una deuda de años con la seguridad”, enfatizó la expresidenta y agregó que hay que terminar “con el debate berreta de los mano dura por un lado y los garantistas por el otro, que es un debate muy cínico y mentiroso”. En la misma línea, apuntó: “Con la desigualdad sola no explicamos un proyecto de seguridad ni tampoco con el gatillo fácil”, por lo cual “el gran acuerdo que debe haber entre todos los partidos políticos es que las fuerzas de seguridad respondan a las autoridades civiles. Las fuerzas de seguridad son una parte de la solución pero también son una parte del problema si no se subordinan al poder civil”.
Asimismo, consignó que para el peronismo “el orden es que el padre o la madre salgan a trabajar, que los pibes vayan al colegio y que todos juntos después coman en su casa. El orden no es el gatillo fácil, es el trabajo bien remunerado”.
En tanto, cuestionó la histórica pretensión de un sector político de “suprimir al peronismo” y se preguntó: ¿Realmente creen que suprimiendo al peronismo se termina la voluntad de un pueblo de tener una vida digna y una patria justa? Si hubiera sido tan simple lo hubieran conseguido hace muchos años”.
A ese grupo le sugirió “sentarse a conversar con el peronismo a ver qué proyecto de Argentina queremos y si es tan diferente” al de ellos. Aseguró que “no les va a dar la nafta mientras haya argentinos y argentinas que quieran vivir en paz y con dignidad. No es un problema de Cristina, es un problema de los argentinos que se acostumbraron a comer cuatro veces por día”. Tras ello, manifestó que “el peronismo es no estar condenado por la cuna, es haber nacido en una familia trabajadora y llegar a la Presidencia de la República”.
Además, advirtió que es preciso que “abordemos los graves problemas que tiene Argentina” y recalcó: “Nos hablan de volver a privatizar las jubilaciones”, pero “si no hubiéramos recuperado los recursos de los trabajadores para que los administre el Estado, hoy tendríamos millones de argentinos a la intemperie. Es cierto que la jubilación no alcanza pero si no se hubieran podido jubilar cuánto peor estaríamos”, enfatizó.
“La Argentina que recibimos en el 2001 era muy diferente a la que dejamos en 2015 donde empezó un tobogán que parece no tener fin”, señaló Cristina Fernández de Kirchner y añadió que “el gran punto de quiebre fue volver a un brutal endeudamiento que condiciona nuestras políticas porque tenemos que destinar recursos para pagar deuda”. Por eso, “tenemos la necesidad de un estado fuerte que vuelva a terciar en la distribución del ingreso”.
De manera que, indicó que “muchas veces se tuvieron que tomar decisiones por el condicionamiento brutal por el retorno del FMI, pero hay que explicarle a la sociedad para que se empodere. No hay mejor ayuda que esa para un gobierno popular". Por lo tanto, consideró que “es necesario acordar políticas porque las elecciones se pueden ganar pero los condicionamientos son tan profundos que van a requerir que todos los argentinos tiremos para el mismo lado. Si no tiramos para el mismo lado será difícil nuestro país para cualquiera”.
“Esta Argentina de la post pandemia viene muy fulera, con graves problemas geopolíticos, problemas que están por fuera de nuestras posibilidades”, por eso “necesitamos una dirigencia política compenetrada en los problemas que tiene el mundo para poder encararlos y resolverlos”, subrayó la Vicepresidenta e insistió en que “necesitamos imperiosamente debatir en lugar del agravio permanente y la estigmatización”.
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