Recordó el momento en que la conoció, la primera vez que participó de una marcha en Plaza de Mayo y admitió: “Tardé muchos años en recuperar mi identidad” y “en mi vida anterior las Madres eran mala palabra, las más odiadas eran Hebe y (Estela de) Carlotto”.
La diputada destacó que “Hebe incomoda y su palabra te cachetea, en el buen sentido”, pero remarcó que “son necesarias las personas que tienen autoridad moral” para decir las cosas que ella decía.
“Soy hija de desaparecidos, una nieta recuperada y también tengo responsabilidad política. Veo lo que viene con mucha preocupación, la defensa de la memoria corresponde a todos, no hay que ser hijo de desaparecidos” para ejercerla, advirtió. Seguido, también en relación con el contexto actual, manifestó que “lo que parecía parte del pasado volvió, es el mismo odio, cambian las formas pero el odio a los derechos de las personas es el mismo”.