En diálogo con BA con Derechos, Gorbán señaló que "la alimentación atraviesa transversalmente todos los órdenes de la vida: lo económico, cultural, social, psicológico y más. Siempre está presente y la vinculamos a todo. La lucha está vigente ya que no todos tienen la posibilidad de acceder a ella".
En ese sentido consideró que "tenemos una realidad nutricional actual en la que conviven el sobrepeso y la mala alimentación. Tenemos una economía muy concentrada y transnacionalizada, regida por las empresas alimentarias. Uno puede dejar de bañarse un día, pero no dejar de comer".
La experta en soberanía alimentaria se mostró preocupada porque "las grandes empresas determinan qué tenemos que comer, cuándo, con qué calidad y a qué precio. Eso hace que los alimentos que más necesitamos tengan un costo cada vez más alejado de la capacidad adquisitiva de la población. El rol del Estado es meter mano y regular esta situación. Hay que trabajar por la positiva, subsidiar y apoyar a la producción agroecológica. Ese es el camino, debe ser estimulada para que los productores vean que acá también hay rentabilidad, aunque es doble porque además contribuye a la salud".
Por último, apuntó contra "cuatro grandes empresas, empezando por Molinos que tiene más de 100 artículos, que se jactan de ser una gran parte de la empresa familiar. Arcor, que de una empresa de golosina se convirtió en una multinacional y avanza concentrando cada vez más poder".