El taxista Damian Acevedo, testigo del asesinato de Fernado Baez Sosa conversó con Radio Provincia en la cuarta jornada que lleva adelante el Tribunal Nº1 en la localidad de Dolores.
Acevedo expresó sobre su testimonio: “Es volver ahondar en lo mismo, no es otra cosa de lo que dije en la primera declaración en la Fiscalía y no mucho más de la entrevista pública que dí. Lo que me movilizó demasiado hoy fue sentarme frente a los padres y quiero aportar mi granito de arena”.
A su vez aseguró que durante aquella noche "lo vi todo. Desde que sacaron a Fernando del boliche, sacan a los chicos, hasta el desenlace final, lo vi todo, pero no quiero volver a repetir lo que ya es de público conocimiento. No lo hago solamente por los padres de Fernando, lo hago por los amigos, por la sociedad, por una Argentina más justa y sobre todo por mi hijo, para que el día de mañana él no me cuestione que yo estuve ahí y no afronté la situación”.
Por su parte, Virginia Pérez Antonelli, la joven que practicó RCP a Fernando para intentar salvarle la vida, dijo “la realidad es que ahora estoy mucho más suelta, mucho mejor, entre con mucho miedo porque sabía con qué me iba a atacar, pèro la realidad es que yo tenía todas las cosas claras, a mi no me podía culpabilizar de nada, me querían culpabilizar de un RCP mal hecho, y no estuvo mal porque el único RCP mal hecho es el que no se hace”.
Sobre los imputados expresó: “Sentí asco, cuando los vi pasar no podía creer que tuvieran la valentía de mirarme a los ojos, uno de ellos me hizo al salir una mueca, y me salió decirle sos un hijo de puta, tiene que estar encerrado en un cuarto y salir nunca más en su vida”.
Durante la práctica, le decía a Fernando “que se quede conmigo, que vuelva en sí, que lo necesitábamos, que tenía que estar bien, para que diera una reacción porque en ese momento cuando se cansa el cuerpo, se cansa la física, no queda más que hacer. Tengo 20 años”, explicó.
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