El 3 de enero de 1833 Inglaterra invadió las Islas Malvinas. En 1965 hubo una resolución unánime de la ONU que instaba a que Gran Bretaña y Argentina iniciaran negociaciones sobre el tema de la soberanía, pero tras la guerra de 1982 la situación se complicó debido a una estrategia diplomática inglesa que planteaba la autodeterminación de los isleños.
En diálogo con Historia Nocturna, Federico Lorenz, refirió que “antes de la ocupación británica desde mediados de las década del 20 había una colonia autorizada por el gobierno de Buenos Aires con un comandante político y militar llamado Luis Vernet, quién teniendo la potestad política intentó ejercer poder de policía sobre barcos balleneros y loberos que hacían lo que querían en el Atlántico Sur, fundamentalmente los estadounidenses y en menor medida los británicos”.
Esta situación produjo que en 1832 un barco estadounidense atacara la capital de Malvinas Puerto Soledad (hoy Puerto Argentino) y destruyera buena parte de las instalaciones, por eso quedó bastante debilitado.
“Eso fue un año antes de la ocupación, el Gobierno de Buenos Aires envió una expedición con una guarnición militar que al llegar encontró un caos y se complicó aún más porque el jefe de las tropas parece que era bastante estricto y fue asesinado por sus propios hombres, así que tenían la situación de agresión yanqui, una situación de mucha violencia en la propia Colonia”, relató. “En enero 1833 se presentó el buque de guerra inglés Clío y exigió a las autoridades argentinas arrear el pabellón nacional argumentando que venían a recuperar las islas para la soberanía británica”.
Respecto a la presencia estatal en las islas durante la época explicó “Malvinas administrativamente dependía de Carmen de Patagones y esta de la Provincia de Buenos Aires, eso estrictamente es así. Pero el hecho cierto es que todo lo que es del Colorado para abajo, salvo la parte costera, fue tierra de nadie hasta la expedición de Roca. Si uno mete la variable estatal nacional es una cosa, si metés la variable de cómo las personas ocupan el espacio es otra. Administrativamente Malvinas dependía de Carmen de Patagones en una estructura más amplia que era el Virreinato del Río de la Plata, por lo cuál hay antecedentes para justificar la soberanía sobre las islas”.
Seguidamente, mencionó que “en el 65 el gobierno Argentino tuvo dos victorias diplomáticas con resoluciones de la onu 1514 y la 2065 que plantea que en Malvinas hay una situación de colonialismo, y donde se insta a los países a negociar diciendo que hay dos partes, Gran Bretaña y Argentina, no los isleños”. Tras la guerra 1982 se generó un cambio que complicó la situación diplomática para nuestro país, más allá de la guerra. “Lo que cambia en 1982 es la situación de derrota militar, pero también hábilmente los británicos introducen la autodeterminación de los isleños como variable que la resolución 2065 explícitamente anulaba”. Por lo cuál, “los enormes esfuerzos que había hecho argentina para vincular material y culturalmente las islas al continente lo dilapidó la misma argentina. Por supuesto contra una potencia colonial con trayectoria imperialista y sanguinaria en todo el mundo, una cosa no quita la otra”, aclaró.
Finalmente, respecto a las posibilidades de Argentina para recuperar soberanía sobre las islas, consideró “creo que el esfuerzo es ver como se piensa incorporar una variable al problema (de la autodeterminación de los isleños), a lo mejor se encuentra algún otro tipo de solución, probablemente no la más complaciente para nosotros”.