Claudia Cesaroni, abogada (UBA) y magíster en Criminología por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora reflexionó sobre el caso "Fernando Báez Sosa" que se discute en los Tribunales de Dolores y se manifestó en contra de la pena de "cadena perpetua" para los 8 acusados.
En No Corras, por FM 97 Une, la especialista señaló: “si la perspectiva del condenado es “pasarse 15, 20, 30, 40 o hasta 50 años encerrado… yo les pido que se pongan en ese lugar… Y allí me dicen, ‘Bueno pero los padres de Fernando no lo van a ver nunca más’. Pero eso es una realidad que no se puede modificar. La muerte se dio”.
Y reflexionó: “¿La resolvemos con la Pena de Muerte o matando en vida a los acusados? Yo creo que no. Entonces la discusión es por el tipo de sanción que corresponde al delito está cometido. Aqui no hay equiparación”.
“Incluso si sufren un poco más (los acusados) tampoco va a ser el mismo sufrimiento que la mamá o el papá de Fernando. Además ¿Más sufrimiento de los acusados no significa más alivio para el familiar de la víctima? Porque si eso es así, eso es venganza y una sociedad que se construye desde la venganza es un problema”, disparó.
Seguido explicó que si bien el “Art.13 de la Constitución Nacional establece que los condenados a prisión perpetua a los 35 años tienen libertad condicional” en el Art 14 se especifica que quienes hayan sido condenados por homicidios calificados no gozarán de este beneficio.
Destacó que le parece “hipócrita” el argumento “con el dolor de las víctimas no se discute”. Primero porque “muchos utilizan el dolor de los afectados para vomitar su odio” y segundo porque “se establecen varas para definir quién es una víctima que merece respeto y cual no”.
Y aseguró: “No discutimos con el dolor de las víctimas porque con eso no se discute. Se hace silencio y se respeta, no se puede hacer otra cosa”.
“Pero, si a partir de allí, por ejemplo, Juan Carlos Blumberg, asesorado por Roberto Durrieu, subsecretario de Justicia de (Jorge Rafael) Videla, pretenden proponer reformas regresivas, abusivas y brutales en el Código Penal si me pongo a discutir. Y lo hago, aunque sea con poca suerte porque los legisladores, entonces, votaron a mano alzada el aumento de máximo de pena de 25 a 50 años. E impuso que la perpetua fuera perpetua”, recordó
La especialista agregó que “ese círculo regresivo que inició en 2004 se cerró prohibiendo la libertad condicional y las salidas transitorias para los autores de una larga lista de delitos. Entonces, por ejemplo, quien comete un robo agravado puede estar condenado a 15 años de prisión sin salidas transitorias. Y eso es lo que yo trato de poner en discusión” porque “todas las personas tienen derecho a esperar algo y las personas privadas de libertad también y eso no significa negar la comisión del delito”.
Por otra parte, Cesaroni volvió sobre la Constitución Nacional y explicó que “el Art 18 sólo dice que las cárceles deben ser dignas y no para el castigo (…) mientas que la idea de reinserción, de reforma surge en el 94 con la incorporación de todos los tratados internacionales”.
Por lo tanto, “aunque tuviéramos el mejor servicio penitenciario del mundo, 50 años sigue siendo una pena inhumana y degradante, y sobre todo aplicadas a personas muy jóvenes”, aseguró.
Y explicó que no es lo mismo 50 años para una persona que ya atravesó los momentos vitales que para alguien muy joven. Porque la pena es un dolor. Allí, el Estado te dice: 'Te voy a aplicar una cantidad determinada de dolor de acuerdo al crimen cometido'”.
“Entonces, como no es lo mismo un robo que quitarle la vida a una persona, por lo tanto por esto último te voy a aplicar una pena más dolorosa, obvio. Yo no discuto eso. Lo que yo discuto es cuánto dolor” aclaró y consideró a la cadena perpetua como una “muerte en vida”.
Por último, se refirió a las víctimas de estos delitos y describió “tienen derechos a que se investiguen los hechos, que se encuentre a los responsable, que se le imponga una pena, a que el delito no se repitan y a que los Estados los acompañen con lo que ellos crean necesario” pero no a “exterminar al victimario”.