Por otro lado, Varela manifestó que nuestro país fue “cuna de humoristas en la gráfica pero uno de los problemas que tenía cuando se hacían exposiciones afuera, era la temática”. Ya que, “siempre hablábamos en clave en sentido figurado, un humor encriptado”. Seguido, explicó que esto “era producto de haber tenido una dictadura tras otra”.
Consultado sobre dinámica de trabajo como guionista junto a Tato Bores expresó: “Él respetaba muchísimo el guión, creo que encabajaba en lo que el personaje quería decir. Yo le escribía un 10% más, que a lo mejor se usaba en el otro (personaje)”.
Asimismo, agregó: “La mecánica era que yo leía durante toda la semana dos o tres diarios, el sábado y domingo los escribía y el lunes, como no había internet, iba en moto. Y Tato se lo estudiaba de memoria, y el primero de los seis años que yo trabajé con él había dos monólogos”.
“Era un tipo muy agradecido con su gente. Era realmente un buen tipo en un ambiente difícil”, concluyó.
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